domingo, 23 de octubre de 2016

MI PRIMER INGRESO Y DIAGNÓSTICO DEFINITIVO (PARTE1)

Una vez conseguí relajarme y aceptar que no me quedaba más remedio que quedarme ingresada, lo cierto es que me lo tomé con bastante filosofía (yo diría que hasta incluso bien) ...

Ya de madrugada, vinieron al box para avisarnos que me subían a planta, mi compañera de habitación era una abuelita entrañable a la que habían operado de corazón, a la cual despertamos cuando las enfermeras intentaron ponerme la vía ... fue toda una odisea!!!, resulta que mis venas son muy finitas y bailongas y es complicado pincharlas ... así que me vi tumbada en cama con enfermeras a los dos lados intentando ponerme la vía en alguno de los brazos.

Una vez lo consiguieron, mis padres se fueron a descansar a casa y yo (inesperadamente) me quedé dormida muy pronto.

Mi primer despertar en el hospital fue de lo más normal (como si ya me hubiese pasado más veces, muchas veces alucino de lo rápido que me acostumbro o amoldo a las cosas), mientras desayunaba mis padres llegaron cargados con el cargador del móvil, libros, revistas, bata, zapatillas, cepillo y pasta de dientes, etc ... sí, creo que los pobres no durmieron nada pensando en todo lo que podría necesitar para estar bien y que no me aburriese ...

Los primeros días fueron tranquilos, análiticas, alguna que otra prueba, visitas de amigos, familiares, enfermeras que me habían tratado en urgencias (eso me hizo pensar en lo mucho que la había liado esa tarde-noche jajajaja), visitas diarias de la neuro  ... y en una de esas visitas me da la gran noticia de que ...

 ¡¡¡me dejan ir a hacer el exámen!!!


 ... siempre y cuando mis padres se hiciesen cargo de llevarme y traerme ... fue genial, qué subidón!!!
Y allá que me fui después de que me levantasen a las 6 de la mañana para sacarme un montón de tubos de sangre y de que me trajesen para desayunar un café de la máquina y un donut (era demasiado temprano para el reparto del desayuno y las enfermeras se portaron genial!)



Con mi via puesta y pálida a más no poder, hice mi exámen!!!, lo había conseguido!!! (y por cierto, lo aprobé!!)


De vuelta en el hospital, más de lo mismo, pruebas y más pruebas, visitas, leer Los Pilares de la Tierra y un par de cambios de habitación ... esta vez mis compis eran más complicadas ... una intentaba saltar de la cama por las noches y otra no paraba de quejarse, ahí supe lo valiosos que son los tapones para los oídos.


Después de la punción lumbar y la resonancia ... llegó el momento...

 ... el diagnóstico definitivo ... 


Una mañana, la neuro se sienta a mi lado en cama y me informa que lo que me pasa se llama Esclerosis Múltiple, me explica en qué consiste y que desde ya vamos a empezar con el tratamiento de corticoides.


¿Cuál fue mi reacción?


Lo primero que se me pasó por la cabeza fueron mis padres (y familia) y mi pareja, se me partía el corazón pensar en lo mucho que se preocuparían por mi (siempre he sido muy independiente, no soporto la idea de depender de alguien y si me las puedo apañar sola, prefiero no molestar ni preocupar) ... así que tomé la decisión de no decirles a mis padres claramente lo que me pasaba, no utilicé en ningún momento las palabras Esclerosis Múltiple y a mi pareja sí que se lo dije (creí que lo justo es que debía saberlo y decidir si quería seguir adelante con la relación o no ... en un futuro era muy probable que tuviese que afrontar situaciones complicadas) ... este tema lo trataré en otro post más detalladamente.

Y lo segundo, pensé en mi, en como me podría afectar, en mis planes de futuro, ... y en todas esas cosas que se dan por hecho ... 
A ver si consigo explicarme bien ... mi reacción fue bastante calmada ... no es que pasase de todo ... pero la neuro me había dicho que me pondrían medicación para revertir un poco (o totalmente) los síntomas y que además existía otra que la frenaba ... y creo que me aferré a ello con uñas y dientes ... vale, no hay cura pero sí puedo combatirlo ... así que, aún medio perdida, decidí que iba a luchar!.


Era eso o compadecerme, dejarme llevar por la tristeza,  y la estúpida pregunta de ¿porqué a mi?


Y no!, en ese momento me di cuenta que eso no va conmigo!!


Hasta ese momento, y a excepción de la enfermedad de mi padre (de la cual consiguió recuperarse), tuve la suerte de tener una vida sencilla y tranquila ... era la niña y la pequeña de tres hermanos ... mi vida era fácil y tenía el camino hecho ... unos padres y hermanos que daban todo por mi, una pareja que me adoraba, unos amigos estupendos que me querían ...

Fue un palo, sí ... pero eso no me iba a impedir seguir disfrutando de todo lo que tenía y había conseguido ... yo me merecía seguir siendo feliz!! ... y si no lo seguía siendo que no fuese por mi culpa ... nunca me lo perdonaría.


Es curioso como, tras algo así, te conoces a ti misma y hasta te sorprende tu reacción ... 




Estuve ingresada 2-3 semanas, así que en el siguiente post os contaré el resto de mis días de hospital sino este se os va a hacer eterno.

Muchísimas gracias por parar a leer mi historia!!
Un besoteee y hasta la próxima!